La innovación en la salud desde la antigua roma

Desde los orígenes de los romanos la salud es totalmente indispensable para poder rendir día tras día. Ser conscientes de la relevancia que posee la salud en nuestras vidas es bastante difícil y en ocasiones tan solo nos damos cuenta cuando precisamente ésta pende de un hilo.

Las innovaciones que se han ido fraguando en el sistema sanitario son de indudable potencial. Desde la Revolución Industrial hemos podido presenciar gran cantidad de mejoras y sistemas nuevos para ir componiendo y recomponiendo el sector de la salud.

Uno de los equipos más complejos y a la vez más destacados en el ámbito de la salud es la resonancia magnética, pues permite analizar distintos tejidos y capas de nuestro cuerpo con tal de poder evaluar distintas enfermedades, infecciones o tumores que se pueden desarrollar.

La resonancia se ha convertido en una pieza fundamental en el sistema sanitario pues permite descartar o detectar un gran número de anomalías que puede padecer nuestro cuerpo y mostrarnos de forma clara y concisa qué ocurre.

El sector de la salud es de gran relevancia en cualquier sociedad, ya desde los orígenes de la medicina romana hasta la actualidad. Se trata de un medio en el que se debe innovar de forma incesante, tanto en equipos, como en herramientas y en investigación. El estudio y la labor de la salud son bastante complejos en el sentido logístico puesto que son varios aspectos que se deben configurar y gestionar.

En pleno apogeo tecnológico nos hemos encontrado con un bache bastante profundo que llevamos arrastrando durante unos cuantos años: la crisis. Con la crisis nos enfrentamos a una serie de recortes impuestos por nuestro gobierno y con la gran mayoría de la sociedad en contra en los cuales se evidencia una menor calidad en la gestión sanitaria.

Los recortes en salud han hecho mella precisamente en las investigaciones, en el estudio de nuevos equipos e instrumentos y en el propio personal profesional. Las repercusiones de la crisis están causando graves estragos en nuestro sistema sanitario y por ello es importante reconocer que es necesario reformular las reformas para evitar que las prestaciones sanitarias se vean más dañadas.

Es cierto que hoy en día contamos con equipos tecnológicos muy potentes así como resultados de investigaciones muy solventes pero debemos entender que el sistema sanitario requiere una base sólida con la que poder trabajar de forma firme y contundente.

La investigación sanitaria es totalmente indispensable, ya sea en el diagnóstico o en la configuración de equipos y máquinas y por ello debemos luchar para que siga en desarrollo y no se vea aturdido por los distintos recortes y fechorías gubernamentales.

Luchar por un sistema sanitario digno significa luchar por nuestra vida, por nuestro futuro y el de las futuras generaciones. Debemos enfrentarnos al caos que estamos viviendo y exigir unos derechos básicos y fundamentales. Está claro que para poder lograr cambios debemos asumir qué está ocurriendo y porqué y a partir de ahí promover caminos y cambios favorables para toda la sociedad.

La salud es un derecho universal humano y como tal se debe respetar unos mínimos y contribuir para la mejora del sector.